¡Hola amigos, espero que todos estén muy bien! Hoy es Lunes, día de nueva entrada y para los que llegan por primera vez a nuestro blog, la dinámica de publicar es cada 3 días a la semana. Lunes, Miércoles y Viernes son nuestros días para encontrarnos, así que si usted es nuevo, sea bienvenido a este club.
Gracias a todas las personas que siempre nos visitan y se tomar el tiempo de leer y por qué no algún día de dejar un comentario que no estaría nada mal para alimentar esta red llamada #Ustedesdelosmíos. Hay días difíciles en nuestras vidas y por eso hoy traigo una entrada que les puede gustar y claro me entenderán a mi cuanto pasamos por esto. Hoy el tema del días es:
#Ustedesdelosmíos si también tiene un día malo.
Si amigos, hay días de días en nuestra vida, días en que todo es maravilloso, pero hay días que son malos, tan malos como levantarse con el pie izquierdo. Esta es una entrada para esos días que a veces es como si todo se juntara y todo fuera malo. Antes de continuar, me gustaría saber, ¿por qué ha tenido un día malo?, ya saben que pueden escribir en los comentarios o en nuestras redes sociales. No sólo levantarse con el pie izquierdo es cuestión de los días malos, es también levantarse medio dormido y pegarse con los bordes de las puntas de algo en los pies más pequeños de nuestros pies, así se empieza bien la mañana, como para despertar y estar atento a todo lo malo que puede pasar en un día realmente pésimo.
Para sumar, nos levantamos y no hay agua, o simplemente se dañó la ducha que nos da agua caliente, porque eso sí, hay que ser valiente para levantarse a las 5:00 am y bañarse con agua fría, o alguien entró antes que nosotros al baño y nos ganó el turno para tomar el baño del día. En Brasil, no todos los días las personas se bañan, hasta pueden durar 3 o 2 días sin bañarse, eso lo viví y por eso les cuento, además que después llegan al trabajo oliendo mal, es algo de la cuestión cultural que está más ligada al respeto de mi parte, prefiero que se bañen todos los días. El caso, entras al baño y tal vez se pudo acabar el jabón, o cortarte la cara por una máquina afeitadora nueva, en esos casos ni el agua caliente ablanda las hojas un poco. Te sientas en el inodoro y recuerdas que no hay agua o que tal vez se acabo el papel higiénico y peor aún, que hayas hecho tus necesidades fisiológicas. Hablando del baño, esto me recuerda de un comercial de nuestra industria publicitaria colombiana, que generó recordación y marca personal en todos nosotros. ¡Mamá se acabó el papel!, si quieren saber de qué les hablo, para rematar un día malo, les dejo el siguiente - link - click - aquí para que puedan el video; es literalmente una cagada.
Sales corriendo del baño y recuerdas que eres pobre y tienes que irte en Transmilenio, además de eso correr porque ya vas tarde y recuerdas que esos 5 minutos que te quedaste durmiendo te joden todo el tiempo de tu rutina diaria. Si la noche anterior hubiese dormido 10 minutos antes, hubiese ganado 5 minutos de más, pero no, todo está destinado a ser un día malo. Recuerdas que la noche anterior dices que vas a planchar todo para ganar tiempo y dejar todo ordenado para no estar corriendo, pero no es así, porque esos 10 minutos que perdiste literalmente haciendo no sé qué, te siguen molestando la vida. Cuando estás de toalla planchando después de bañarte, sigues pensando que hoy también llegarás tarde, como siempre, sólo que hoy es diferente, porque preciso es el día que joden en la oficina y preciso es el único día que les da por mirar quién llega temprano, y a quién señalar por llegar tarde, como un piñata que sólo se le de palo a la misma piñata para sacar todos los regalos que hay por dentro, tú lo sabes, pero sólo sigues planchando la camisa y el pantalón para ir compuesto al trabajo, tratando de pensar qué excusa inventarte, como por ejemplo, trancón en transmilenio, mi perro se comió la alarma, hubo una calamidad, etcétera, donde no hay compromiso, cualquier tipo de excusa sirve para salvar o postergar el momento.
Para rematar, ves el cielo cuando planchas y recuerdas todo lo anterior, y ves que hoy también va a llover, además de un día que no pinta nada bien. Te sirven el desayuno y si no tienes quién te lo haga, te lo imaginas, porque en la oficina puedes tomar un café o un jugo, o mejor comer algo hasta el almuerzo. Te sientas impecable a tomar el desayuno, piensas en las cuentas que debes pagar, pero olvidas que se vencieron los pagos y pagarás intereses, además piensas en la forma hipócrita de saludar a tus compañeros en la oficina, pues porque simplemente son eso; nada. Sonríes tú mismo y unas gotas de chocolate o café caen sobre tu ropa impecable, la desgracia avanza y dices, que es karma, pero no es así, es que ya todo está destinado para que sea un día malo. Se hace más tarde, cada vez que avanzan los minutos, sabes que no eres millonario y que simplemente tienes que trabajar para los otros, para alguien que sí es millonario y que quiere darte una oportunidad, que cantidad de mentiras uno tiene que digerirse en el desayuno, igual a las del noticiero que escuchas en la radio.
Terminas de desayunar y piensas que perdiste mucho tiempo pensando lo anterior, te levantas de la silla que acompaña el comedor, vas al baño de nuevo, recuerdas que de pronto no tenga luz o agua, y peor aún, salir con aliento de perro después de desayunar y claro, no puede faltar la comida metida entre la ortodoncia que te ha sacado canas. Miras al espejo, tienes canas, es la edad, pero no es así, porque papá tiene 60 y el está canoso, lo que sé es que vivir la vida te llega, pero no te das cuentas que envejecemos, que no somos eternos y los que están a nuestro lado no estarán, piensas que la vida es prestada como mi tiempo en la oficina, que es prestado. Aplicas enjuague bucal, si es que hay, de lo contrario cepillarte con tu crema favorita, si es que también la hay, pero recuerdas que no hay y que con sólo agua en tu boca bastará porque anoche ganaste 10 minutos cepillándose los dientes y que pueden ser la salvación de hoy, pero recuerdas que tampoco lo hiciste, y que todo lo anterior no sirve, te vas así, tienes dulces acumulados que regalan en los restaurantes que pueden ayudar con estos dilemas existenciales mediáticos y modernos de siempre estar bien presentados.
Sales de tu casa comiéndote el dulce para disimular el aliento y claro el olor a desayuno, pero recuerdas que vas tarde y que vas sucio, porque no te pudiste limpiar las gotas de chocolate o café que te cayeron esta mañana en tu ropa limpia. Escuchas niños mientras caminas, sabes que todos van al jardín, al colegio, a la universidad, gente que sale de trabajar y otros que vamos a nuestra rutina diaria de la fatalidad de estar en una oficina, tal vez luchando por los sueños y anhelos personales de cada quien, pero no seamos mentirosos, hacemos los sueños de otros, ¿cuándo será que haré los míos?, me pregunto mientras camino y abro el paraguas, porque no hay agua de momento, pero el cielo si tiene agua y mucha para ofrecerme en cualquier momento; el agua es vida. Pienso en esta diatriba de este día, pienso que ya todo está dicho y que lo malo empieza. Mientras pienso en esto, mis zapatos, se untan de popó animal, que al parecer, algún animal ser humano no le recogió, al pobre perro que no tiene la culpa, y sólo expone su cuestión natural en la calle. Pasan muchas personas por ese lado, pero me toca a mí, porque hoy es el día de tener un día malo, de realmente pensar que lo malo está por venir. Hay charcos y la lluvia es intensa, metes el zapato derecho, que fue el que llevó el regalo de la naturaleza de este perro educado, tal vez para ablandar su mismo regalo y limpiarte, pero recuerdas que es el zapato que ya tiene filtraciones, así que se te entra el agua del charco reposado, la media se moja y te mojas por la lluvia que cae, sabes que tienes que comprar zapatos, al igual que comprar una entrada para el transmilenio, porque sabes que no recargaste ayer la tarjeta y tienes que hacer la fila para poder llegar al trabajo, a veces sólo quieres que el día se acabe o que un rayo te caiga ya mismo.
Haces la fila, tienes en tu tarjeta recargada $1.200, pero te llevas la mano al bolsillo y te preguntas ¿dónde está la billetera?, sacas la tarjeta del pantalón, pero no la billetera, sabes que hay Policía y Ejército Nacional y que sólo tienes el pinche carné de la empresa para la que trabajas, sabes que te pueden detener por indocumentado. Miras al cielo, y sabes que esto no puede pasar, metes la mano en el bolsillo izquierdo del pantalón, unas monedas completan tu viaje, pero sabes que de vuelta no tienes dinero para volver a casa, no es importante por el momento, tienes exactamente 5 monedas de $200 para completar $1.000, para pagar tu viaje al infierno, perdón, a tu cubículo día a día. Avanzas por la registradora, sabes que ya estás en la hora pico, que todo el mundo corre, que todo el mundo corre al infierno, que todo el mundo corre para servir a otros, que todo mundo corre para llevar comida a los hogares, así es el mundo injusto, dinámico, este momento lo defino como una vanguardia artística llamada ; Futurismo.
Caminas y caminas por la estación de transmilenio, ha sido un mal día y sólo es el comienzo, te preguntas ¿qué mas puede faltar?, tenías razón, está la Policía, y el Ejército Nacional reclutando jóvenes, como pescadores reclutando peces, no tienes papeles y se lo dejas al de arriba para que no te toque a ti. Un señor de adelante mío que caminó apresurado, fue el seleccionado por la la Policía y los Militares estaban ocupados con otros jóvenes que no tenían Libreta Militar, eres afortunado, esta vez no te toca a ti porque desde la mañana ya te tocó vivir a ti la desgracia, sólo un día que quedan marcados para siempre. Esperas haciendo la fila para tomar el Transmilenio que te lleva al infierno, ese sistema que te demuestra que haces parte de la clase media que está estripada, que no tiene aire para respirar, que todo es como una última oportunidad, esa es la vida que te toca a ti, esa es la vida que me tocó a mí. Te pisan, te respiran en el cuello, en los oídos, me manosean, te mandan maletas, te pegan patadas y puños, es la selva de la ciudad, es la demostración que es un día malo y que es la vida que tocó vivir, es la vida que conseguir un puesto para ir "cómodo" es un simple sueño.
El Transmilenio anda y anda, como la gente que entra y sale del bus articulado, esa es la vida, las personas se van y otras aparecen, veo en sus rostros, angustias, preocupaciones, alegrías, tristezas, felicidad, amor, paciencia, valores que muchas veces perdemos en la Sociedad, valores que hasta también yo perdí. El día ha sido malo y empiezan a discutir en la parte de atrás del Transmilenio, al parecer un hombre con una mujer porque según la señora, el señor la está manoseando y le pegó un carterazo, ya que él simplemente estaba acomodando su maleta y su celular, ya saben, no es simbólico, es real, el bus está repleto, que hasta casi todos nos besamos con todos y tenemos relaciones con ropas. Todo iba mal, hasta que el Transmilenio se cansó de andar, se cansó de cargar toneladas de gente, como un campesino que saca bultos de comida todos los días, así estaba el bus, parado y detenido, la lluvia golpeaba fuerte el casco del bus, o el techo, porque al igual que mis zapatos ya desgastados por la vida, también tenía filtraciones. Estábamos varados, en medio de la nada, o bueno, en medio de la 26 con Caracas, no me quiero imaginar el trancón que estábamos haciendo, porque justo quedamos sobre los dos carriles de la troncal, es decir caos total.
Es Lunes, todos los Lunes son difíciles para empezar la semana, pero este día había sido un completo carrotancado de boñiga, iba a llegar tarde al infierno, de pronto iban a arder las llamas un poco más de lo normal al lugar que debía ir. Duramos detenidos 20 minutos para podernos bajar y tomar otro bus, todo el mundo gritaba, todo el mundo miraba rápido el reloj, pues muchos sabían que tenían que llegar temprano, no era mi caso, sabía que ya era normal de lo que iba a pasar. Llegas a tu trabajo sabiendo que está en camino un infierno que ni tú podrás tener salida, saludas con hipocresía, porque acá nada sirve, o bueno, para mi todos son nada, simplemente fichas de este juego llamado trabajo. Vienes mal un tiempo atrás, desde la noche anterior cuando decidiste perder 10 minutos. Está tu jefe mirándote atónito, veo la ira en sus pupilas, veo el diablo saliendo del infierno, veo el grito más profundo de las mazmorras de este castillo que se va a derrumbar. Te grita, te dice que no eres profesional, te pregunta ¿cuál es la hora de entrada y salida de ese maldito trabajo?, simplemente lo miras con tranquilidad, dejando que cada palabra suba su volumen de rabia y de impotencia, deja que el silencio tuyo sea la mejor arma para derrotar a ese dragón del castillo, son 10 minutos de palabras que entran y salen por un oído, 10 minutos que debiste ganar o perder, no lo sabes, sólo sabes que estás ahí, en ese infierno soportando eso, tal vez ese jefe no tuvo un buen día y también le pasó algo, tal vez ya sabías que iba ser un día malo, un día que nada vale y todo cuenta, un día que mejor no debiste despertar, o mejor, tener más enemigos en tu cotidianidad. Era mejor dormir para no estar acá en este día, era mejor mirar desde la ventana del cuarto las horas pasar y el tiempo correr, no era necesario alcanzar toda esta verdad. Cualquier voz de aliento, no sirve, no funciona en este momento, no sirve nada, sólo deseas irte por el centro de la tierra y estár por un buen rato allá. Sólo esperas una señal de que todo terminó y que la luna apareciendo el la tarde es la guía para decir que este día malo ha pasado, o que simplemente creas que estás en una pesadilla, o un sueño de otro sueño, eso sí, el control de la realidad es una ilusión.
Bueno amigos, espero que les haya gustado la entrada del día de hoy. Hoy usé diatriba contra un mal día que nos puede pasar en cualquier momento de nuestra vida. Me pasó a mí y por eso hago parte de este club llamado #Ustedesdelosmíos. Si ustedes no saben qué es una diatriba, dejo para ustedes este siguiente link - click - aquí, donde podrán saber de qué se trata. Gracias por leerme y recuerden que si a ustedes le pasó algo parecido, igual o peor, ustedes hacen parte de este club llamado #Ustedesdelosmíos.
No puedo irme sin dejar un top de videos de días malos como el mío, o como el de ustedes, espero se rian y piensen que hay veces que todo lo malo llega como un huracán para acabar y renovar con todo:
1) El señor de la llanta - Link - click.
2) El señor del Tapabocas - Link - click.
3) Promoción 2X1 en Transmilenio - Link - click.
4) El loco del Transmilenio MIX - Link - click.
5) La carga voladora - Link -click.
6) El día que la cerveza no te aguanta - Link - click.
7) Cuando el computador deja de func... - Link - click.
8) Cuando definitivamente no es tu día - Link - click
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Att: David Camacho H
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👉👉😄Mis especiales favoritos que yo recomiendo para que lean:
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A) #Ustedesdelosmios si también recuerda su primer trabajo: 2 parte! - click - aquí.
B) #Ustedesdelosmios si también recuerda su primer trabajo: 1 era parte! - click - aquí.
C) #Ustedesdelosmíos si también fue al Eje Cafetero - entrada - final - click - aquí.
D) #Ustedesdelosmíos si también fue al Eje Cafetero parte 5: Panaca - Quimbaya, Quindío - click - aquí.
E) #Ustedesdelosmíos si también fue al Eje Cafetero parte 4: Parque Nacional del Café - Montenegro, Quindío - click - aquí.
F) #Ustedesdelosmíos si también fue al Eje Cafetero parte 3: Valle del Cocora, Salento - Quindío - click - aquí.
G) #Ustedesdelosmíos si también fue al Eje Cafetero parte 2: Salento - Quindío - click - aquí.
H) #Ustedesdelosmíos si también fue al Eje Cafetero parte 1: Armenia - click - aquí.
I) #Ustedesdelosmíos si también ha ido a la Mina de sal en Zipaquirá parte 2 - click - aquí.
J) #Ustedesdelosmíos si también ha ido a las mina de sal en Nemocón parte 1 - click - 3
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K) #Ustedesdelosmíos si ha estado hospitalizado parte 2 - click - aquí.
L) #Ustedesdelosmios si ha estado hospitalizado parte 1 - click - aquí.
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