Usted es de los mios - trabajar en agencia de publicidad

En la agencia todo es una selva, todos se quieren sobrevivir sin importar lo que pase, además que no se dan cuenta que trabajan con seres humanos. 

Esta historia que traigo la llamaría un buen fracaso profesional. Siempre tuve el sueño de trabajar en agencia de Publicidad. Para los que apenas están llegando soy Comunicador Social y Periodista, con experiencia en el mundo del marketing digital.

Todos tenemos una etiqueta que no nos podemos quitar, y esa es mi huella, mi forma de presentarme, junto a la de mi carrea que tantas cosas lindas me ha traído. Soy muy agradecido con esta profesión, porque desde que terminé el colegio sabía que este iba a ser mi verdadero oficio. 

Trabajar en agencia de Publicidad, en una de las grandes, en un McCann que tiene un reconocimiento y un prestigio a nivel de comunicación y publicidad creo que era el paso más grande que mi carrera o que alguien pueda tener. 

Era mi primera vez, mi novatada por decirlo así en ese gremio que es agresivo y que es muy reactivo a las tendencias, o mejor decirlo, lamber los zapatos sucios y feos hasta que el cliente esté contento con todo lo que necesita. No lo niego, me gustó trabajar ahí me reconstruyó mi armadura. 

Siento que la pandemia nos trajo un mal, sumado a los que trae la enfermedad de la COVID que hoy la estamos padeciendo con las múltiples formas, ya que el virus ha mutado y tenemos muchas variaciones que están asociadas a otras enfermedades del trópico. 

Soy consciente de que trabajar en Marketing demanda pasión por la comunicación, por las ventas y por el desarrollo de creatividad, junto a las tendencias digitales o de coyuntura que se encuentran en ese momento.

La pandemia nos quitó la interacción, la comunicación, nos quitó el contacto, las sonrisas, las alegrías, se llevó a nuestros seres queridos, esta entrada es también para recordar esas personas que ya no están y que hacen parte de nuestro marketing personal. 

La pandemia también purificó el estado de trabajar en casa y de ahí encerrarnos a nuestro mundo virtual y tal vez crear otra personalidad, como la llamo yo el daguerrotipo que todos tenemos en esta vida digital que es efímera, como un avatar dentro de una caja. 

¡Ya estuvo bueno de la virtualidad para el Marketing! el marketing tiene que hacerse presencial, vivir la experiencia, conectar con todas las personas, hablar mierda, echar tinto, abrazar, reír o llorar; pero ustedes se preguntarán por qué digo todo esto...

Tal vez llegué a la agencia en un momento virtual y ahí creo que eso fue una fractura en mi aprendizaje en ese auto descubrimiento que hacemos todos los días por tratar de descubrir lo que queremos ser en nuestro oficio o saber hacer.

Diría que no fui afortunado, la virtualidad cuando empecé a trabajar en la agencia me sentenció, extrañaba la presencialidad, extrañaba el contacto humano, los errores humanos, las sonrisas humanas y no el daguerrotipo que todos tenían o tienen en ese momento. 

Mi experiencia fue nefasta, pero fue gratificante porque aprendí y creo que eso es lo que debe valer en este momento donde es la era de la información y comunicación; el que tenga estas dos palabras en este momento tiene el poder.

El cliente que tuve fue bacano (Banco de Occidente) y la gente que estuvo conmigo creo que fue muy buena, de lo poco que conocí del lado de agencia creo que también habían personas buenas y creo que las integraciones fue algo que amé en ese momento. 

Cada vez que había una oportunidad de ir a la agencia no dudaba en hacerlo porque ahí nuevamente el marketing tomaba vida, o de lo que estaba acostumbrado se volvía una bella de obra de arte, era como ir a futbol o comer papas fritas con chocolatina. 

Quería dedicarle párrafos a algunas situaciones que tenemos y claro, esto no será la excepción de todo lo que viví durante ese periodo corto de tiempo en la agencia. ¿Qué aprendí..? debemos trabajar sobre nuestras emociones e intentar ser cada vez mejores internamente. 

Cuando una empresa diga trabajar bajo presión cada vez lo compruebo más es que el trabajo es una mierda, no me quejo, siempre toda mi vida me ha gustado sentir presión y eso es bueno, a veces cuando se entra en relax, se pierden o se dejan de ver muchas cosas. 

Hay trabajos de mierda, pero creo que esto no aplica, ni en Teleperformance me trataron tan mal como este lugar; pero si cuando hay personas que hacen difícil nuestra estancia en esos lugares. Estos párrafos se lo dedico a la persona que me hizo sentir infeliz durante mi corto tiempo de ese lugar.

La vieja era hijueputa, era amargada, siempre vivía ocupada, ella no admitía errores (ella cometía cagadas), su voz en llamadas me transmitía fastidio, aburrimiento, era como pisar popó en la calle, era realmente detestable, un verdadero juego de ajedrez. Ella la encargada de llevar el tráfico entre cliente y agencia para responder las solicitudes. 

En el fondo era la coima del cliente y de todas sus otras cuentas de cliente que llevaba, su misión era la de velar porque todo estuviera bien, pero no creo que ella supiese que estaba bien. Nunca voy a olvidar el detalle que tuvo cuando mi abuela falleció y ella hace parte de esa historia. 

A ella le importó 3 hectáreas que mi abuela hubiese fallecido. Creo que algunas personas de la agencia se habían enterado que mi abuela falleció, en esos lugares siempre se sabe quien se va primero, entonces la muerte era un símil de lo rápido que llegan los ijueputas chismes.  

Me preguntó sobre una entrega que debíamos realizar al cliente. Le respondí que no lo tenía de momento y le dije que no podría responder más porque me encontraba en na situación familiar en ese mismo instante. 

Me dijo que era importante entregar, que el cliente necesitaba validar la información, le escribí en mayúscula, le dije que NO PODÍA. Le acentué diciendo que mi abuela había acabado de fallecer que me tocaba retirarme de momento... 

La vieja me escribió y me insistió que tenía que entregarle al cliente, no le volví a responder. Únicamente me escribió OK dando a entender que le importaba una mierda lo que estaba pasando, de igual manera no le volví a responder nada...

Nunca recibí un lo siento por parte de ella, ni me interesó recibirlo pero ahí uno se da cuenta el tipo de ratas que trabajan con uno, menos mal siempre fue mi compañera de trabajo. Jamás esperé nada de ella, pero en momento de duelo uno merece respeto, silencio y paz.  

Como el cumpleaños mío, que al equipo para el cual hacía parte jamás me saludó y vino hacerlo como a las 6 pm, es la hora que uno saluda por quedar bien; ni mis "supuestos jefes" se habían enterado. El trabajo en agencia es una chimba, pero es más bacano cuando uno tiene un equipo maravilloso. 

Uno nunca debe espera nada de nadie (jefes, compañeros, conocidos), los trabajos son una puta selva, todos quieren sobrevivir sin importar nada, pero algunos de ellos se les olvida, como mi compañera de agencia que todos somos seres humanos y todos trabajamos de manera distinta.

Un lugar bacano para trabajar también deberían exigirle a las personas el puto trato, de forma amable y tal vez cordial, con respeto y con una buena dosis de comunicación asertiva. Gracias a esa persona asistí al psicólogo después de mucho tiempo, sumado a mi ruptura en ese momento con alguien... 

Nunca me he conformado y odio el estado o zona de confort que la vida puede tener, es como estár dentro un lago como pez único y con el agua quieta, toda la vida me ha gustado el ruido, el movimiento, los gritos, ese es el verdadero símil de la vida. 

Para rematar esta historia, no contenta con el trato que recibía por parte de mi compañera, me hizo una fatality, un pitido de un partido final, como si se hubiese acabado el agua que iba rebosar el vaso que tenía con ella...

Debo decir que todos tenemos errores, soy fiel a los errores, me gustan porque hacen parte de la vida, cuando hay errores, se trabaja sobre ellos y se corrigen para no volver a cometerlos, siento que todo es una oportunidad de mejora. 

Ella citó a una reunión, con todos mis jefes inmediatos para hablar acerca de mi proceso y mi trabajo, me gusta que siempre haya feedback, pero esa vieja hija de puta ya me la tenía adentro...asistí a la reunión. 

Cabe aclarar que todo se hacía virtual, y la hija de puta realizó una presentación en ppt evidenciando todos mis errores, señalándome y juzgándome de mi trabajo, yo soy consciente cometo errores, pero no era la forma de hacer ese tipo de señalamientos... era una detestable. 

Esa era la señal para huir de ese persona y tal vez truncar el lado de trabajar en la agencia. Tomé la decisión después de no sentirme reconocido o incluido en el trabajo, me sentía como el chocolate en la galleta, un punto más por allá en la esquina. 

En moraleja, trabajar en agencia es bacano, aprendí muchas cosas, conocí un sector importante, es una selva y también hay personas buenas como también hay personas detestables. Si quieren entrar a una agencia grande es una buena oportunidad, pero deben aprenden a abrir los ojos y las narices.